domingo, 22 de mayo de 2011

Desde la defensa Los Mavericks recuperan el factor cancha

Uno de los objetivos prioritarios de Rick Carlisle a su llegada a Oklahoma City era endurecer la defensa de su equipo, y que la alegría ofensiva de los Thunder en los dos primeros partidos de la serie quedara en una anécdota según fueran pasando las jornadas.

Para un entrenador de su estilo, que el rival hubiera anotado 106 y 112 puntos en los dos primeros partidos era motivo suficiente para enloquecer.

Y la verdad que logró cumplir con el cometido a las primeras de cambio, consiguiendo que sus Mavs dieran un paso adelante defensivamente hablando, dejando en un 36.5% en tiros a un equipo que dos días antes firmó un 55%, y apretando las clavijas a las estrellas locales hasta conseguir que Durant acabara con un 7 de 22 en tiros, Harden con un 2 de 9 y Westbrook con un 8 de 20.

Que Dallas no hiciera un partido para enmarcar en ataque era secundario.

El choque se inició en una sola dirección. Con 2 x 1 muy agresivos sobre Durántula, y con un primer cuarto muy fructífero cara al aro, los texanos lograron un primer parcial de 12-27 que marcó el resto del encuentro.

Sólo 3 canastas en juego consiguieron los locales en el primer parcial, lo que enfrió a una grada volcada durante toda la noche pero que se quedó sorprendida ante el inesperado inicio de partido.

Al inicio del segundo cuarto, los visitantes lograban hasta 23 puntos de ventaja (12-35), bordando el baloncesto.

Poco a poco, y gracias al pundonor de Ibaka, los Thunder fueron recortando, con Durant y Westbrook yéndose a la línea de libres con asiduidad.

Un parcial de 7-1 antes del descanso propició un 36-52 para irse a vestuarios.

Si el resultado era negativo para los locales, peor noticia era para ellos que Nowitzki apenas hubiera tenido trascendencia en el mismo, anotando 4 puntos, y siendo Marion, Chandler y Kidd los más destacados en los de azul.

Las cosas se mantuvieron poco más o menos igual tras la reanudación, con los de Carlisle llegando nuevamente a la veintena de ventaja, y con Durant y Harden intentando meter al público en el partido con alguna acción de mérito, que no evitó que a falta de un cuarto, la ventaja texana aun fuera de catorce (56-70).

Para Oklahoma era imposible recortar debido a su horripilante noche desde la línea de tres puntos, donde Durant (0 de 8), Cook (0 de 2) y Harden (0 de 4) enlazaban error tras error.

En el último, y con todo perdido, los Thunder se tiraron a la piscina con un quinteto pequeño (Collison de pívot y Durant de power forward), lo que les permitía abrir la cancha en ataque y facilitar las penetraciones, pero que les penalizaba en el rebote.

No supieron adaptarse los visitantes a ese nuevo esquema, y tuvieron que recurrir a su jugador franquicia (10 puntos en el último cuarto).

Un Westbrook con ganas de revancha tras no pisar parqué en el último periodo del segundo partido, protagonizó el intento de remontada de su equipo, obligando a la defensa de Dallas a cometer faltas sobre él cada dos por tres, y logrando reducir la renta.

El recuerdo de aquel partido en Portland, perdido en el último cuarto por una exhibición de Roy similar a la que estaba protagonizando el base de los Thunder, rondaba en las cabezas texanas.

Pero apareció Nowitzki, y con una canasta a falta de 43 segundos, puso un 80-88 que parecía definitivo, pero  el único triple de los Thunder (de Westbrook, of course) en todo el partido (1 de 17), apretó el marcador hasta un 83-88 con 35 segundos por delante.

Kidd anotaba sólo un libre, y respondía KD35 con una doble a 24 segundos para un ajustado 85-89.

Desde el tiro libre, anotando Nowitzki dos y Terry otros dos, acabaron por cerrar el partido los Mavs, logrando sus dos objetivos al llegar a territorio comanche.

Recudir la producción ofensiva de los jóvenes Thunder, con Marion, Stevenson y Chandler como estiletes, y recuperando el factor cancha a las primera de cambio.

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