lunes, 23 de mayo de 2011

Triunfo importante en las artes marciales mixtas

Un acontecimiento importante se produjo esta semana en las artes marciales mixtas (AMM).

Zuffa LLC, compañía proprietaria de los circuitos de UFC y Strikeforce, anunció que sus luchadores bajo contrato estarán bajo cobertura médica desde junio 1 para lesiones de entrenamiento en todo momento, y no sólo para lo que acontece durante sus peleas.

UFC provee $100,000 en seguro, más de los $25,000-50,000 requeridos por las comisiones estatales. Pero si el peleador se lesionaba preparandose para un combate, se quedaba fuera de misa y de procesión, pues no podía luchar y le tocaba rehabilitarse por su cuenta.

Como contratistas independientes, los 350 peleadores bajo contrato son responsables por su entrenamiento, preparación y recuperación. Pero casi todos viven de manera espartana, y pocos planifican para los contratiempos. Los seguros serán implementados a través de Houston Casualty Insurance Company, y Zuffa tendrá una persona empleada para tramitar todas los reclamos.

En una llamada de conferencia, nos surgió la curiosidad: ¿cuántos de los luchadores estaban sin cobertura médica? Dana White, presidente de la UFC, no lo sabía.


Un caso conocido fue el de Caín Velásquez, campeón de los pesos pesados de la UFC. El mexicanoamericano se lesionó el hombro y canceló su preparación para defender su título ganado ante Brock Lesnar, (quien el jueves tambien se retiró de su próximo combate).

Su representante, Bob Cook, de Zinkin Management, reveló a Univision.com que Velásquez tenía cobertura propia antes de lesionarse. pero dijo que, de los 30 luchadores que tienen bajo contrato, "honestamente no sé cuáles tienen seguro. Hay un buen número que están sin seguro". Esto es un gran aliciente para sus representados, figuras conocidos como Chuck Liddell, Josh Koscheck, Jon Fitch y Billy Evangelista. Cook agregó: "Es una salvación para los luchadores, porque muchas de las lesiones surgen en el gimnasio. Es una motivación más para llegar a la UFC".

Aparte, existe el peligro de continuar y entrenar a pesar de que 90% de las conmociones cerebrales ocurren en el entrenamiento.

Quién sabe si ésto salvará vidas. Por ejemplo, Sammy Vásquez, el primer luchador que murió tras un combate sancionado en el octágono, falleció en el 2007 tras una hemorragia cerebral, sin haber recibido - dicen sus compañeros -  ningún golpe particularmente fuerte en el combate celebrado en Houston. Su mujer  Sandra Vásquez, ha preferido mantener su atención en el cuidado de su joven hijo Ronin Rickson.

La seguridad ha sido un aspecto primordial para el crecimiento del deporte.A pesar de lo que muchos pensarían, el caso Vásquez es un hecho insólito en las AMM. Varias son las reglas implementadas por las promociones como la UFC (a diferencia de los años iniciales del deporte como se practicaba en Brasil y Japón) que ayudaron a que las comisiones estatales sancionaran los combates.

Pero las lesiones son el pan de cada día de este deporte. Y el espíritu guerrero de los combatientes los impulsa a luchar bajo cualquier condición, incluso cuando no les conviene. Como gladiadores solitarios, tampoco son propensos a unirse en un sindicato a proteger sus intereses.

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